Villa Cura Brochero, el lugar del Santo Gaucho

Villa Cura Brochero, el lugar del Santo Gaucho

Existe un personaje cordobés que es amado por todos los argentinos y desde octubre por todo el mundo. Estamos hablando del «Curita Gaucho», que será canonizado este año. Vayamos al lugar donde dejó huella el Cura Brochero.

La Villa

En el Valle de Traslasierra, al oeste de la Provincia de Córdoba, se encuentra Villa Cura Brochero. No solamente disfruta de sus ríos, de sus paisajes sino que además de una enorme historia marcada por su personaje más conocido.

Fundada en 1864 bajo el nombre de Villa del Tránsito, en 1916 el entonces gobernador Dr. Ramón J. Cárcano, decidió cambiarle el nombre a Villa Cura Brochero conmemorando el segundo aniversario de la muerte del Cura Gaucho.

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José Gabriel del Rosario Brochero es el famoso Cura Brochero, que no sólamente realizo varias obras entre ellas la Iglesia Nuestra Señora del Tránsito, sino que su legado llega hasta nuestros días. Con su burrito, siempre visitó a los serranos en sus ranchos, construyó acequias, fundó escuelas y capillas marcando un antes y un después en el ejercicio del sacerdocio.

El legado del Cura

Con el tiempo nadie se olvidó de Brochero y la devoción aumentó. Así lo demuestran las cabalgatas que salen desde Córdoba Capital hasta el pueblo, todos los años,  para recorrer los caminos recorridos por él. Pero además, los milagros por los pedidos que se le hacían fueron demostrados, por lo que el Papa Francisco confirmó en enero, que será canonizado en el Vaticano el próximo 16 de octubre, en el marco del Jubileo Extraordinario de la Misericordia. De esa manera, será el primer santo nacido y muerto en el país. Beatificado en 2013, será santo desde este año.

El lugar vive una fiesta. Saben que la cantidad de gente que vaya a Villa Cura Brochero va a aumentar. Pero más que nada para conocer las obras que hizo y las calles donde caminó el «Curita». No solamente dio vida a este rincón del país, sino que -casi, casi – devolvió la vida a Nicolás Flores, un chico que tenía 11 meses cuando un accidente de tránsito lo dejó en estado vegetativo. Por este milagro, fue beatificado. En el año 2000, el niño estuvo a punto de morir luego de tener tres paros cardiorrespiratorios con pérdida de masa ósea del cráneo y masa encefálica. La recuperación llevó a que los médicos dijeran que carecía de explicación científica. El segundo caso que se le atribuyó fue el de Camila Brusotti, que con ocho años, padeció una brutal paliza a manos de su madre y su padrastro, lo que la dejó inconsciente y permaneció más de dos meses en terapia intensiva. A ella también la salvó.

El Río Panaholma y sus playas son un lugar para conocer y agendar para los días que el clima nos permita disfrutar de sus aguas. La costanera del lugar, que cuenta con dos balnearios de mucha concurrencia El Municipal y Los Cedros, es testigo de tardes interminables de cartas en compañía o lectura a solas. Además cuentan con asadores y servicios para que la familia pase un día agradable.

Yéndonos un poco de la Villa pero no tan lejos. Cerca de allí, por el camino hacia el Toro Muerto, podemos encontrar Takkú Yacana, un establecimiento de ecoturismo con 7 hectáreas de campo, que da la posibilidad de ver especies autóctonas y un zoo de llamas.

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Conocer Villa Cura Brochero, además de un viaje de placer, para dejarse llevar con sus paisajes, es un viaje de paz para conocer más sobre este santo tan nuestro.

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