Los amantes de los viajes comparten el deseo de poder recorrer la mayor cantidad de sitios del mundo. Lugares donde reina la naturaleza, el misterio, la tecnología, arquitectura o exquisita gastronomía son muchos. Sin embargo, son solo algunos los destinos que enamoran y provocan que cualquiera persona repita la visita una y otra vez.
Ante la pregunta de por qué elegimos siempre el mismo destino para vacacionar, la respuesta puede ser por el apego emocional que causan a los visitantes, la conexión que se crea con la cultura y la comunidad local, su historia, belleza y gastronomía. Motivos para viajar sobran, y las razones de por qué muchos repiten un destino una y otra vez, también.
Apego emocional
Viajar siempre al mismo destino suele desarrollar un cierto apego emocional con el lugar. Esto se debe a que allí, la persona ha experimentado momentos lindos e inolvidables, generalmente junto a sus amigos, pareja o familiares. Además se llega a conocer el lugar mejor, uno llega a sentirse parte estableciendo una conexión emocional que va mas allá de un simple «me gusta ese lugar».
Cultura y la comunidad local
Cuando se planifica un viaje y se elige un lugar para conocer y visitar, muchas personas se interesan en investigar sobre la cultura y comunidad local de ese destino turístico. Generalmente para el turista, las intenciones de visitar nuevamente un lugar se relaciona directamente a cómo se sintieron tratados por la comunidad local.
Puede que un destino sea perfecto para visitar, pero deja de ser un punto de interés cuando los habitantes locales no son de buen trato, o no intentar generar una relación afectuosa con los turistas. Lo interesante es que la forma de ser de las personas que habitan un lugar, tiene que ver también con la cultura y tradiciones que se practican por la comunidad.
Poder hacer amistad con las personas locales, forjar relaciones y desarrollar nuevas sensaciones, es uno de los motivos principales a la hora de viajar.
La historia
Todo destino turístico y lugar del mundo tiene su historia. Poder conocerla, empaparse de sus orígenes y entender el por que de las costumbre, cultura y tradiciones de ese lugar son de cierta manera, es un de las posibilidades que se obtiene a la hora de elegir un lugar. Muchas veces, las personas se sienten tan a gusto con lo que experimentan y viven en un lugar especifico, que luego comienza a ir más seguido hasta convertirlo en el «mejor destino para vacacionar» Algunas personas incluso llegan a sentirse como en casa, «como que se ese lugar se ha vuelto parte de su vida y no quieren perderlo»
Además, la arquitectura, riqueza cultural y arqueológica de un destino, se convierte también en un factor importante a la hora de generar apego y fascinación por un lugar.
Belleza particular
Sentirse cautivado por la belleza de un destino, coincidir con las tradiciones que se viven y respirar allí, empatizar con la comunidad local, y poder llegar a sentirse como en casa, son características principales que busca una persona cuando visita un destino turístico, más allá de poder relajarse y pasarla bien.
Si todo eso logra conjugarse de manera homogénea, sin duda alguna, ese lugar se convertirá en el favorito de todo aquel que lo visite y recorrer, disfrutando de cada rincón, y transformándose en un elemento esencial para muchas personas.
La gastronomía
No cabe duda que la gastronomía que ofrece un lugar es clave para captar la atención de todos quienes la visitan. Esta desempeña un papel fundamental, así como la cultura y el hecho de que como hay tantas cosas que ver se hacen necesarias múltiples visitas. Un destino que logre los cinco sentidos, es un lugar que vale y que no hay que dejar de conocer.
