No todo es color de rosa cuando viajas

No todo es color de rosa cuando viajas

Sí, viajar es hermoso. Muy. Lo es todo. Pero no siempre sale tal como lo imaginamos, ni todo es como se ve en las redes sociales. Hablemos en esta nota de la vida del viajero y sus pormenores, no tan buenos.

Ojo, hay muchos que no tienen ningún problema. Pero otros tantos, pensaron que era menos traumático. Hay muchos que extrañan ciertas comodidades, y están fastidiosos, cansados, intolerantes. No siempre quienes viajan están de buen humor, aunque creamos lo contrario.

El lado «B» de viajar

Esto es lo que nadie cuenta a su regreso: cosas no tan lindas, imprevistos, sensaciones encontradas cuando se está lejos de casa, decepciones al llegar a un lugar que creíamos más lindo, las discusiones con tu compañero de viaje que afea la aventura…

Ojo. Están las cosas más graves como intoxicarse por comer algo indebido, sufrir un robo, perder el vuelo o el pasaporte, que te van a arruinar todo el viaje. Pero hablamos de las más leves, y que a lo mejor no son tan notorias que repercuten de a poco en el estado de ánimo.

Por ejemplo la batería del celular. Para algunos no es un tema, pero para otros es todo un acontecimiento -negativo- estar con poca batería, y más cuando el enchufe no sirve para el cargador que llevamos. No hay nada más desesperante que estar en un lugar alejado, con posibilidad de que se apague el teléfono donde tenemos el mapa para seguir la ruta, buscar la dirección o el nombre del hotel o simplemente por avisar a nuestros familiares que hemos llegado bien a tal lugar.

Sobre gustos…

El gusto juega un rol importante a la hora de estar de viaje. Si te gusta comer bien y sano, que la comida no siempre sea sabrosa (tiene picante, mal sabor o sean insectos) puede significar no pasarla bien.

Una casa de hamburguesas o platos que sean muy básicos, pero que sepamos cuáles son sus ingredientes, es la solución.

La facha no es lo de menos

A veces nos guiamos mucho por las fotos o las historias que vemos de lugares. Y lamentablemente nos mal acostumbramos a ver todo con el filtro de las redes sociales. Por eso, llegar a un lugar y darse cuenta que «no es como te lo pintan» puede ser una gran desilusión. Por tiempo y dinero perdidos.

Para el malestar algunos consejos…

Puede ser que hayas elegido un hostel, donde justo te toca de compañero de cuarto alguien que ronca; o que lleves mucho equipaje al vicio y más cuando te vas a mover mucho, provocando un malestar anímico como físico; comprar un pasaje barato que sale muy temprano cuando no hay transporte público…

Hay muchas cosas en un viaje. Pero no todas son buenas. Tratá de que estas estén por encima de las malas, siempre. Previendo algunas cosas, cambiando la actitud o aprendiendo del viaje anterior. Para que no necesites ponerle muchos «filtros» a tus momentos.

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