Estrés postvacacional

03/03/2016

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Regresar de vacaciones no siempre es una tarea fácil, sin embargo volver con pilas al trabajo y no morir en el intento, es posible.

Dejar atrás los días de relajación y desconexión no siempre es fácil. Al reincorporarnos a nuestra vida habitual tras las vacaciones, nos readaptamos al trabajo y a la rutina, y con ello, experimentamos cambios mentales, emocionales y cognitivos que pueden desencadenar en una depresión postvacacional.

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Volver a empezar

Las vacaciones son uno de los periodos más esperados por todos. Deseamos hacer esas actividades que no podemos hacer durante el año. Queremos dormir hasta tarde, hacer deporte, salir con amigos, conocer lugares nuevos, compartir tiempo con la familia, los amigos o pareja. Queremos hacer cosas que nos hagan salir de la rutina y poder, de esta manera, recargar las energías para afrontar las actividades cotidianas del año.

Una vez que logramos realizar este tipo de actividades que nos permiten “escapar de la rutina”, al regresar de las vacaciones, se vuelve muy difícil retomar el trabajo de una manera adecuada y relajada. Entonces comenzamos a padecer lo que se denomina síndrome post vacaciones. Después de haber descansado, haber tenido momentos de relax y haber logrado liberarnos por unos días de las obligaciones cotidianas, volver a la rutina es casi imposible.

El mes de marzo se presenta para muchos como un lunes interminable y hace que aparezcan los síntomas.

Durante las vacaciones la carga de trabajo se multiplica, lo que propicia mayor estrés en el regreso a la oficina, que borra el ánimo que se logra durante el periodo vacacional. Sentir que comienza un período de exigencias y obligaciones suele causar angustia y a veces depresión.

Estrés post-vacacional

Es habitual que las personas sufran una crisis debido al estrés que sigue a la reincorporación a la rutina. Este proceso adaptativo a la vida laboral se produce por hacer una ruptura muy brusca entre el ritmo de las vacaciones y la incorporación al trabajo sin hacer una correcta transición.

Aunque no lo creamos, el estrés post-vacacional puede ser el desencadenante de enfermedades y provocarnos más cansancio que el que traíamos.

¡Volvé renovado!

A continuación te dejamos algunos consejos para hacer más fácil y agradable el regreso al trabajo después de unas merecidas vacaciones:

Prepárate para regresar a la oficina. Reserva unos días previos al final de tu descanso antes de volver al trabajo y evitar las prisas en el último día de vacaciones. Es necesario que el trabajador se tome un tiempo de adaptación coherente.
Reincorporate a la rutina con pensamientos positivos. Es importante que regreses al trabajo de buen humor y con las energías renovadas.
Recupera el control. Al volver, notarás que no ocurrió una catástrofe durante tu ausencia. Es momento de retomar tus actividades sin que te obligues a absorber todo nuevamente.
Descansa. Realiza ejercicio, lleva una dieta balanceada y duerme ocho horas al día. La alimentación y el deporte también juegan un papel sustancial a la hora de volver al trabajo. Creer que el trabajo y las actividades agradables son incompatibles es un error. El deporte hace que se liberen endorfinas, lo que provoca que el estado de ánimo mejore. Hay que aprovechar los ratos de ocio entre semana y no dedicarse exclusivamente al trabajo.
Planifica mejor tu año. Aprovecha que las vacaciones permiten mirar tus actividades de manera diferente y dialoga con tus compañeros para lograr la mejor manera de organizar lo que resta del año.

Una mirada positiva

Este síndrome afecta más a aquellas personas que interpretan de manera desfavorable el regreso al trabajo, lo califican como algo negativo y tienen dificultades para vivenciar el disfrute durante el año. No te olvides de las emociones y sensaciones agradables que sentiste durante las vacaciones. No sólo en este periodo es posible disfrutar de la vida. ¡Arriba el ánimo que la vida continúa!.