Comidas livianas para el verano

¿Calor y hambre? No muy buena combinación y más si la térmica ronda los 40°. No pienses en ravioles con tuco o cosas pesadas. En verano, el cuerpo necesita menos calorías que en las estaciones frías y más hidratación. Hay que tomar mucho líquido y comer frutas, vegetales y carnes blancas, por eso te dejamos algunas comidas livianas y consejos para que no te mueras de hambre. Pero tampoco de calor…

Jugos de fruta

Está bien. Todos amamos el café con leche. Pero en verano es enemigo. Por eso conviene cambiar por jugos o licuados de fruta con leche descremada o agua, que ayudan a mantener la hidratación. Podés sumar tostadas de pan integral con mermelada y queso untable, o un yogur descremado con cereales, para un desayuno energético, con vitaminas y minerales.

Ensaladas de hortalizas

Optar por las ensaladas frescas, preferentemente, de hortalizas es buenísimo. Aportan agua, vitaminas, minerales, antioxidantes y fitoquímicos. Es conveniente consumir hortalizas de varios colores, tanto en el almuerzo como en la cena.

Pescados de mar

El pescado de mar es ideal para el verano. Prepararlo a la plancha o a la parrilla y combinalo con vegetales es lo mejor. Por ejemplo el atún, el salmón, el abadejo, la merluza… A diferencia de otras carnes, se digiere fácilmente, contiene menos calorías y, sobre todo, posee ácidos grasos omega 3, que contribuyen en la disminución del colesterol LDL (el malo) y ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares.

Cereales y vegetales

Reemplazá el arroz común por un arroz yamani con vegetales y semillas, como las de girasol y de sésamo de tres colores, para tener cubierta la cuota. Si te sobró, podés hacer unas croquetas al horno, nunca fritas: cuando las temperaturas son altas, conviene evitar las frituras, ya que tienen elevadas cantidades de grasas y calorías, y son de difícil digestión.

Más mariscos, menos embutidos

Los fiambres y embutidos son un clásico de las picadas, pero en verano conviene reducir su consumo, por su alto contenido de sodio y grasas saturadas.

Está bien, no queremos cortarte todo. Pero son mejores los mariscos para el reemplazo. Prepará la picada con calamar en rodajas, merluza en trozos, kanikama, berberechos y langostinos aderezados con ajo y oliva. No sólo es un toque gourmet, si no saludable.

Sándwich liviano

Cambiá el pebete por un sándwich de pan integral o árabe con tomate, rúcula, cebolla, pollo desmenuzado, palmitos y mayonesa light o queso untable descremado. ¡Es ricazo!… Y una alternativa para comer al paso y liviano, incorporando los minerales, vitaminas y agua necesarios para el organismo, que se pierden con la sudoración.

Pasta en ensaladas

¿Te gustan las pastas? No te vamos a evitar eso, pero sí darte un consejo: hervir fideos cortos, enfriarlos y usarlos como ingredientes en una pasta salad . Agregales tomates perita o cherry, albahaca, aceite de oliva, parmesano rallado, morrón, pollo en trocitos y pickles, para darle un toque picante.

Colaciones frescas

Entre comidas, siempre elegí las frutas: ayudan a mantener el cuerpo hidratado y son livianas. Si tenés ganas de picar algo salado, prepará unas bruschettas de pan integral con albahaca, tomate, alcaparras, aceitunas picadas y queso magro. Tienen menos grasas saturadas que una de jamón crudo, menos sodio, más fibra, vitaminas y minerales.

Bueno, dejamos acá. Nos dio hambre. Nos vamos a armar algo de lo leído.

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