8 razones por las cuales viajar solo se vuelve adictivo

8 razones por las cuales viajar solo se vuelve adictivo

La primera vez que viajas solo, vas a sentir nervios y hasta miedo. Porque dejas tu zona de confort, por que te podes perder, andar sin plata y demás… También es saber que todo dependerá de vos, y que pese a todo, es muy adictivo. Pero ¿por qué? A continuación, las razones.

Aprender a vivir el momento

Si me apuras, esto solo justifica todo. Solo viajando se viven momentos que nunca más se repetirán. Al igual que las personas que te cruzas en ese viaje, tal vez nunca más las vuelvas a ver… Esto permite que al presente lo vivas mucho más intenso, para aprovecharlo y sacarle el mejor provecho. En definitiva, es poder disfrutar y apreciar el momento porque sabes que tal vez nunca más lo vuelvas a repetir.

Saber “olfatear” el peligro

Quienes han viajado solos lo saben: desarrollas otro sentido, el de saber cuando podés estar en peligro. Aprendes a leer miradas, observar más y saber si confiar en alguien o no.

Te volves más cuidadoso con lo que llevas y en tus salidas nocturnas. Se aprende inclusive por necesidad, cuando el viaje es en solitario.

Aprender cómo llevar las cosas

Cuando viajas solo/a, sos quien tiene toda la responsabilidad de vos mismo/a. Todas las decisiones están a tu cargo, por ende es ideal para saber de las cosas que sos capaz.

Descubrir lo importante de las pequeñas cosas

El día a día nos hace olvidar cosas esenciales. Por eso, el viajar solo sirve para aprender a valorar cosas, que hasta entonces no se valoraban. Esos detalles que en la vida diaria parecen tan pequeños e insignificantes pero que viajando, pueden cambiarlo todo. Perder algo y recibir ayuda de un desconocido, que te ofrezca estadía una familia que apenas tiene espacio para ellos, disfrutar del amanecer dentro de otro paisaje….

Abandonar la zona de confort

El viajar solo implica romper muchos preconceptos concebidos por la sociedad. Se abrirán nuevas puertas, conocerás nuevas personas y hasta vas a probar cosas que hasta hace poco, parecían lejanas. Un mundo diferente te espera en la ruta…

Reinventarse uno mismo

En la mencionada zona de confort, sos igual que siempre. Todos/as te conocen por algo, pero siempre por lo mismo. Cuando se empieza a viajr en soledad, día a día se presentan nuevos retos, ideal para connocer algo nuevo tuyo. La posibilidad y la libertad de reinventarse y ser una mejor persona, es muy adictivo.

Se aprende algo nuevo día a día

Cada lugar que se visita, cada persona que se conoce, cada instante que se experimenta, va a mostrar algo diferente y nuevo. Cuando se viaja en soledad, se aprende verdaderamente a conectar con el entorno que nos rodea y siempre se aprende algo nuevo de este.

Tu perspectiva cambia

En relación a lo anterior, el hecho de que alguien viaje solo, significa tener que compartir nuevas personas. Allí, se escuchan diferentes puntos de vista y distintas opiniones sobre cualquier tema, se aprende de cultura general, y de varios temas cambiando la perspectiva hacia la vida y el mundo en general.

En definitiva, viajar solo/a es hermoso, ya que no hay nada como conquistar los sueños y los desafíos por uno mismo.

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