La gastronomía entrerriana es variada. En esta temporada de verano, si visitas la provincia o la elegís para pasar tus vacaciones 2016, en ella vas a poder degustar una combinación de sabores y culturas inigualable.
A los platos de procedencia europea, árabe y judía, llegados de la mano de los inmigrantes y sostenidos culturalmente por sus descendientes, se le suman los manjares autóctonos realizados con los productos que la naturaleza entrerriana provee.
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Manjares del río
La mayoría de las personas que visitan Entre Ríos, a la hora de pedir su comida en un restaurant, parrilla o comedor al paso, quieren deleitarse con las blancas carnes del pescado de río. Miles de recetas giran en torno al surubí, el pacú, el dorado y otras especies típicas del Río Paraná.
Los Baqueanos del Río son un grupo de pescadores de la costa del Paraná que crearon un emprendimiento turístico basado en paseos por el río. Ellos invitan a sus clientes a probar exquisiteces realizadas por ellos mismos en base a pescado, tales como empanadas fritas o chupín.
Así como el pescado se puede considerar el plato de excelencia de la provincia, sin lugar a dudas es el mate la infusión que caracteriza a los entrerrianos, muchas veces denominados “panzas verdes”.
Gastronomía judía en Entre Ríos
El Circuito Aldeas Alemanas propone al visitante deleitarse con las recetas traídas por los alemanes provenientes del Volga Ruso, a fines del Siglo XIX. Salchichas alemanas, chucrut, cerveza artesanal, dulces, tortas alemanas y demás manjares son parte del menú.
Productos regionales entrerrianos
Acorde a sus producciones, las diferentes regiones del mapa entrerriano ofrecen platos dulces y salados para todos los gustos.
En la Costa del Uruguay, la amplia producción citrícola promueve recetas realizadas con naranjas, limones, mandarinas y demás frutas producidas en Chajarí, Concordia y otras ciudades.
Colón, San José, Ubajay y Villa Elisa conforman el Circuito Huellas de Sabores con quesos de cabra, dulce de leche, chivitos, picadas con nueces pecán, productos a base del fruto de la palmera yatay (la misma que abunda en El Parque Nacional El Palmar) y para completar esta mixtura culinaria, vinos, licores y cerveza artesanal.
En Victoria, otro sabor se destaca dentro de la provincia. Es que en la centenaria Abadía del Niño Dios se ofrece una gran variedad de productos realizados en base a miel de abejas, tales como caramelos de propóleo, jalea real, licores monacal (dulce, seco y centenario) elaborados por los monjes benedictinos, entre otros.
Por otra parte, en San Salvador, Capital Nacional del Arroz, se realizan diferentes recetas con este grano, destacándose un alfajor artesanal producido con harina de arroz.
A todos estos sabores de las diversas regiones entrerrianas hay que sumarle la gastronomía criolla que se puede degustar en todo el territorio provincial. El asado y sus versiones con cuero y también a la estaca. La torta asada, cocinada a la parrilla, las empanadas, los salames caseros y muchos manjares más.
Entre Ríos es una fiesta de sabores. Sólo hay que saber recorrerla.
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