El Cablecarril de Chilecito es una obra de vanguardia tecnológica para la época, su construcción estuvo a cargo de una empresa alemana y se mantuvo en funcionamiento entre los años 1904 y 1929 con el objetivo de explotar la mina La Mejicana, reemplazando el acarreo a lomo de mula y posibilitando la extracción de oro, plata, hierro, cobre y plomo.
El Cablecarril es el testimonio del apogeo de la minería de la sierra del Famatina en La Rioja, es considerado el más largo de América y el segundo en el mundo.
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Un poco de historia…
Hacia finales del siglo XIX Famatina se convirtió en uno de los distritos más importantes con producción de oro, plata, hierro, cobre y plomo, despertando así un gran deseo de explotación plasmado en la construcción de una obra de gran envergadura para la época, no sólo por lo que significaba, sino también por el despliegue logístico que hubo que desarrollar para su construcción. Este proyecto consistía en la construcción de una de las mayores obras de ingeniería del mundo: el Cablecarril. Terminado en 1905 con una longitud de 35 km (comunica con Chilecito), es en la actualidad, uno de los monumentos y lugares históricos de la Argentina.
El Cablecarril construido por capitales ingleses trasportaba 12.000 toneladas mensuales de mineral desde la mina a Chilecito, luego era llevado en tren a los puertos con destino a Europa.
El auge de la mina se fue extinguiendo cuando comenzó la guerra de 1914 y los ingleses se retiraron. Otras empresas privadas continuaron con la explotación hasta 1926, año en que cesaron para siempre, dejando la obra abandonada, con elementos de trabajo tirados que están aún en la actualidad a la vista de cualquiera que visite el Cablecarril.
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El Famatina en la actualidad
Hoy en día es un Monumento Nacional, y en su Estación Nº 1 alberga el Museo Cable-Carril donde se exhibe una muestra detallada de elementos que componen las distintas partes de la gigantesca obra, como así también libros, cuadernos y anotaciones que testimonian la presencia de los obreros que trabajaron allí, algunos de los cuales dejaron su vida en las profundidades de la montaña.
Actualmente el yacimiento se encuentra abandonado. El magnífico escenario natural por el que atraviesa la construcción es aprovechado actualmente para la realización de turismo de aventura, trekking, safaris fotográficos, turismo minero y geológico, además de la admiración reflexiva y analista de tan imponente obra. Así, el aspecto cultural y el turístico se unen para darle vida al lugar y dar a conocer al país y al mundo el patrimonio que enorgullece a los riojanos.
Muchos geólogos afirman que el Cerro Famatina contiene importantes yacimientos, es así que empresas transnacionales están interesadas en explotar nuevos yacimientos, provocando en las localidades aledañas cierto rechazo por tales emprendimientos contaminantes.
El presente del Famatina no es otra cosa que una lucha constante por los vecinos y entidades ambientalistas contra el emplazamiento y puesta en marcha de la explotación minera con métodos modernos no tan convenientes para los tiempos que vivimos.
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