Los paisajes de las sierras de nuestro país, pueden apreciarse y disfrutarse tomando un rico mate, recorriendo parajes, practicando turismo aventura o conociendo la esencia e historia de cada lugar, todo es válido.
Te proponemos estas opciones bien argentinas para que organices tu escapada y disfrutes de lo tradicional, ancestral y el aire puro de las sierras. Lugares que cumplirán todas tus expectativas para disfrutar de unos merecidos días de descanso e ir preparándote para el próximo verano 2016.
Buenos Aires y su circuito por el sur serrano
Buenos Aires además de su centro moderno y urbano cuenta con maravillosos escenarios que invitan a descansar y pasar momentos agradables con tus seres queridos.
En lugares como Tandil, Balcarce, Azul, Lobería, Benito Juárez, Saavedra y Coronel Pringles, la conexión natural y el relax están siempre al alcance, al igual que la adrenalina y la posibilidad de practicar deportes extremos o de aventura como travesías en 4×4, campamentos, una cabalgata, bucear en canteras, volar en ala delta o en parapente.
A las sierras de Buenos Aires se llega en auto por rutas nacionales y provinciales o en ómnibus, e incluso a algunos puntos en tren o en avión a Bahía Blanca, al aeropuerto Comandante Espora.
Por ejemplo en Balcarce encontrarás las sierras y las lagunas combinadas con valles creando paisajes encantadores y siendo un escenario ideal para caminatas, deportes náuticos e incluso vuelos de bautismo y golf. En la ciudad, se disfruta la pasión por el automovilismo característica en la zona. Entre la gastronomía típica de la localidad, podrá degustar el clásico postre que lleva el nombre de la ciudad y sus típicos alfajores.
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La tradicional Ruta del Telar en Catamarca
En un marco de valles, sitios arqueológicos y comidas regionales, nueve localidades conforman un recorrido de más de 300 artesanos que se dedican al tejido tradicional en telar criollo.
La Ruta del Telar en Catamarca invita a conectarse con el aprendizaje y la cultura en medio del paisaje de sierras. Es un recorrido perfecto entre la naturaleza y el labor ancestral de los lugareños.
La posibilidad de conocer a estos artistas en sus mismas casas y comprar ponchos y telas directamente a los productores ayuda a contagiarse de la esencia tradicional y valorar un trabajo único. Los artesanos utilizan fibras de llama, oveja y vicuña. Cada localidad de la ruta tiene sus características únicas de diseño. Hay guardas incaicas, guardas atadas, rústicas y frisadas, con los colores de la tierra o con tintes naturales. Son en total más de 50 postas con más de 300 artesanos las que se recorren.
A la provincia de Catamarca se llega en avión, al aeropuerto Felipe Varela, en ómnibus o en auto, por la RN60, la ruta nacional N38 y la ruta nacional N40. Esta área tiene como eje de recorrido la ruta nacional N40.
Además de la ruta de artesanos, la gastronomía no deja de tener su espacio característico. Te recomendamos probar el jigote, una especie de pastel hecho a olla muy bueno para acompañar con un vino local; y, si se quiere comprar algo para llevar, hay excelente ají pimentón, comino, anís y nueces.
Estas son las opciones de alojamiento que tenemos para vos en Catamarca +info
Un mundo sabores y vivencias en los campos de La Pampa
Con el correr del tiempo, la tradición rural pampeana se ha transmitido de generación en generación, logrando ser compartida con todos los visitantes que buscan la tranquilidad y la belleza de su naturaleza.
El aire libre es la clave en La Pampa. Son viajes para hacer en familia, con amigos, en pareja, o incluso solos. Una escapada por estos paisajes es ideal para la introspección.
Entre pan casero, mate, ordeñes, arreos y siestas, el turismo rural está en La Pampa. Las estancias de la zona tienen a la actividad productiva como principal trabajo, por lo que todos los viajeros podrán colaborar y aprender la rutina y las actividades laborales de la región.
Algo muy importante para tener en cuenta es el verano pampeano. Durante los meses de enero y febrero la provincia se llena de festividades y alegría. Las jornadas son más largas que en otras estaciones del año, hay asados todos los días y peñas todas las noches. Es que en esos dos meses se concentran muchas fiestas y los viajeros las aprovechan con gusto, para vivenciar la identidad local entre gastronomía, cultura y entretenimiento
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