Tandil se presenta como un destino muy importante en Semana Santa. El Monte Calvario, junto al Vía Crucis, atrae a cientos de turistas y fieles, que se llegan en todo momento para hacer turismo religioso.
Ideal para visitar y conocer
Esta ciudad tiene varios atractivos como el Lago del Fuerte o la Piedra Movediza, un icono del lugar. Pero más allá de los lugares que pueden disfrutar en todo el año, existe otro con las mismas características que es ideal para conocerlo en Semana Santa 2017: el Monte Calvario.
Este lugar se inauguró el 10 de enero del año 1943. El mismo fue construido por la participación desinteresada de personalidades importantes del ambiente artístico de la ciudad, siendo su inspiración primordial el tradicional evangelio. Además, es el tercero en importancia a nivel mundial y el encargado de que la ciudad sea, desde hace mucho tiempo, un lugar ineludible en lo que a turismo religioso se refiere.
Por eso son miles que se llegan hasta aquí año a año, pudiendo ser testigos de la réplica del Cristo en la Cruz, que es copia fiel del que se encuentra en la ciudad francesa de Bretaña.
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¿Con qué se van a encontrar?
El recorrido en el Monte Calvario, les permitirá observar catorce grupos de piezas escultóricas que ilustran las distintas estaciones del Vía Crucis que finalizan con Cristo en la Cruz.
El Monte lleva este nombre por su extraordinario parecido con “El Gólgota de Judea”. Así le permiten convertirse en uno de los paseos más pintorescos de la localidad bonaerense al cual se puede acceder de dos formas, hasta su cima. La principal es a través de la gran escalinata de piedra que facilita la subida inicial. Así se llega directo hacia la enorme cruz de mármol francés donde se encuentra la figura de Cristo.
No solamente está esto, sino una réplica del Santo Sepulcro y un kubba, para imitar las antiguas construcciones del desierto palestino.
La otra manera de subir es a través del Vía Crucis, que se encuentra a la izquierda de la escalinata a metros de la Capilla Santa Gemma. Y el principal atractivo para los «días santos» de abril. En esta parte hay una edificación pequeña, pero muy bella donde se brindan conciertos de coros que se escuchan en cada rincón del bosque y que guarda en su interior una réplica de la Virgen de Lourdes.
Pero más allá de su atractivo religioso, el Monte Calvario ofrece una sensación de tranquilidad, por su contexto natural y una simbología creada por la ano del hombre, que perite un equilibrio especial.
Un bosque con eucaliptos, olivos y pinos los espera en esta parte de la ciudad. El canto de los pájaros, el caminar por sus caminos, el rezo de los fieles, el estar allí para Semana Santa… El Monte Calvario y el Vía Crucis es la mejor forma de conocer a Tandil en estos días y para volver en cualquier momento del año.
