Las mujeres cada vez se animan más a irse de vacaciones solas. Han adquirido en gran medida una independencia económica que les permite realizar estos viajes sin importar la edad ni en la situación en la que se encuentren, solteras, divorciadas, casadas o viudas. En el Día de la Mujer un repaso por el turismo femenino que cada vez está más de moda.
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Los viajes de mujeres están pensados para que, lejos de la rutina y las obligaciones diarias, puedan relajarse y tener una experiencia distinta que recordarán de por vida. Las ofertas son variadas y de lo más atractivas: desde paquetes turísticos hasta alojamientos exclusivos sólo para ellas.
Se pueden diferenciar dos segmentos de mujeres interesadas en emprender un viaje sin el sexo opuesto. Por un lado, las mujeres de 20 a 35 años, independientes que aún no tienen hijos o no formaron una familia y, por otro, aquellas que tienen entre 35 y 60 años que están solteras, separadas o viudas y, la mayoría de las veces, tienen hijos grandes.
Los viajes femeninos son elegidos justamente por mujeres que buscan una experiencia diferente, que quieren conocer lugares nuevos, relacionarse con otras personas y disfrutar de amigas con el objetivo de pasarla bien y divertirse.
A ellas le gusta relajarse en un spa, recibir masajes, recorrer por completo el destino, salir de compras, buscar regalos para sus seres queridos, conocer las ciudades de día y de noche y entablar contacto con todo tipo de personas.
Hay muchas mujeres solas, viudas, solteras o divorciadas que poseen los medios para viajar pero no encuentran una compañera o grupo de amigas para hacerlo y no se animan a emprender un viaje solas. Para ello, hay empresas que se dedican a encontrar una compañera o grupo de mujeres que se encuentran en la misma situación. Arman salidas grupales programadas, o si hay mujeres que viajan solas, pueden elegir hospedarse en una habitación individual o compartir una habitación doble con una compañera para que no se le encarezca el viaje.
Lo que mueve a las mujeres a emprender un viaje solas es desconectarse de la rutina, alejarse de la realidad, comenzar a disfrutar luego de años de dedicación otros u otras actividades, terminar con el aburrimiento, ampliar su red social, conocer otro tipo diferente de gente y atreverse al cambio.
En general los tipos de viajes que más elijen las mujeres para salir solas son viajes de relajación, cruceros, playas, salidas culturales, aventura, compra o naturaleza. Y la ventaja que tiene organizar un viaje femenino es que se puede compartir habitación con otras mujeres y esto es siempre es más económico, se pueden visitar lugares que aburren a los hombres, compartir afinidades con personas del mismo sexo.
Sin duda, el turismo y la mujer van de la mano y se llevan muy bien, la tendencia está en aumento y cada vez más las mujeres se animan a emprender esta experiencia.
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